domingo, 15 de enero de 2012

Manoletinas de oficina




Con la voz envuelta en su prepotente capote de grana y oro, me llama.
Me recibe en su despacho a puerta gayola mientras yo intento eludir su brío tras el burladero de mi orgullo.
Pretende hacerme entrar al trapo, templando mi embestida.
Lo hace con clase, con elegancia, como sólo saben hacer los grandes, los de casta y trapío.
Acabo sucumbiendo. El sabe mandar, sabe templar.
Humillo mi testuz, le muestro desarropada mi punto débil.
- Aquí estoy, haz lo que debas.
Percibo como su taleguilla se endurece, cómo se excita su bravura.
El frío de la espada se mezcla con el agitado ardor de mi sangre.
Jadeo sobre el albero. Él sonríe.
Una inoportuna llamada telefónica nos devuelve a cada uno a su sitio. A mí a los toriles, a él a la puerta grande.



Fotografía cedida por Ana García. Os dejo el enlace a su blog. Simplemente, maravilloso.

2 comentarios:

  1. Qué buenísimo!!!!!
    Voy a visitar el blog de Ana García que también me gusta mucho la Fotografía (en general) y ésta en particular.
    ;)

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  2. Gracias. Las fotografías de Ana García son Arte en estado puro. Te gustará.

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