viernes, 14 de febrero de 2014

La morte é mobile

Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. Mi madre nos impidió  asombrarnos ni hacer mueca alguna. Con ese luto que asustaba, nos hizo callar y apenas nos dejó casi observarlo.
Ayudada por nosotros, lo llevó al desván y lo escondió con los libros prohibidos,  con las cartas que llegaron de papá antes de que lo ejecutaran y con su ropa almidonada en un baúl.
Corrían tiempos de silencio, de temores que germinaban en el revés del estómago haciendo aún más mella en el hambre.
A través de la cerradura del desván ví más de una noche los dedos de papá dibujando claves de sol y el cuerpo de mi madre levitando qual piùma al vento.


10 comentarios:

  1. Me gusta ese título es... genial. Si, la muerte duele al principio hasta que... te acostumbras, sea el difunto o no.

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  2. Me encanta Raquel, de lo que se oculta y de lo que se enseña, y de las tretas para sortear la vida.

    Un beso en la piel.

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  3. Releído varias veces me doy cuenta de que este relato está escrito justo en la forma en que a mí me llega la literatura...iba a copiarte aquí alguna frase que me gustara especialmente pero tendría que copiar el relato entero, cada palabra y cada coma. Si estuviera en la biblioteca y leyera este comienzo en una novela que no conociera, me llevaría el libro sin dudarlo ni un momento.
    Independientemente de la forma, el fondo también me gusta, precisamente por eso, porque (a parte de que a mí las novelas, pelis, relatos, etc de posguerra me encantan) se intuye toda una historia detrás, refleja muy bien todo lo que no se puede leer en 100 palabras...
    Genial. Es mi sincera opinión Raquel.
    Suerte para la próxima.
    ;)

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  4. Esos finales abiertos me encantan. Me quedo con la sensación de que a ese final le cabe cualquier cosa, y eso en un microrrelato es mucho. Enhorabuena.

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  5. Bonito relato de lo que es vivir bajo el yugo de una dictadura o represión. Solo una cosa, no sé si es porque lo he leído con el móvil, pero me sale el texto con unas letras amarillas que casi me quedo ciego para poder leerlo. Por lo demás un lujo de despojo.

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  6. Hola Raquel, ¡gran despojo! por la historia sumergida a través de ese ojo de la cerradura que todo lo avista, por la prosa, y porque me parece redondo.

    un besazo y de ¡despojo! nada de nada....

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  7. Una apuesta diferente a casi todo lo leído Dices muchas cosas y muchas otras las dejas a la imaginación del lector. Creo que has conseguido situarnos en una historia que va más allá de las cien palabras. Enhorabuena :)

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  8. Un micro para degustar despacio, dejando que se deslíe lentamente en la boca, para que el paladar saboree cada una de unas frases. Un final sorprendente que nos muestra la nostalgia de la madre.
    Un beso.

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  9. Me dejó un buen sabor este relato...

    Un abrazo piano ( o dos)

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  10. Y además de lo que dicen los otros, muy erótico el relatito no? :P

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