martes, 18 de octubre de 2016

Frenopático

Cuando se prendieron las cortinas de la cocina a lo bonzo, los platos y los vasos se desplomaron en el suelo y tu ropa interior se defenestró hacia el patio de luces. Los cuchillos sin embargo, corrieron más suerte al salir huyendo, lástima que al paso de su filo, las fotografías se descuartizaran.
Todas, excepto la de nuestra mesilla, la que nos hicimos cuando te juré amor eterno. Voy a guardarla en un lugar seguro, por si las nubes se cubren nuevamente de rojo y las voces inundan otra vez esta estancia.


Fotografía: N. Estalayo

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