martes, 17 de enero de 2017

Volando voy

Para implorarle que vuelva a casa he decidido salir yo de ella.
He dejado todo como lo dejó tras el portazo. La cama sin deshacer, los vasos con el carmín que no borré de su boca y ese aroma a belleza que rezuma desde el neceser.
Su ropa interior continúa tendida, no la he quitado. Tan sólo he acariciado por última vez sus medias durante la caída.
He querido despedirme de las vecinas, pero ninguna miraba por la ventana.


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